Podemos amar a otros como Jesús nos ama.
¡No es justo! Qué frase familiar entre los chicos. “No es justo que María se levante más tarde”; “no es justo que Pedro tenga una bicicleta más linda”; “no es justo que me castiguen, cuando Juan fue el que estuvo hablando”.
Y si la verdad fuera expresada, ustedes probablemente escucharían a los adultos decir afirmaciones similares, como: “No es justo que Fernandez obtenga el ascenso que yo merecía”.
Cuando nos sentimos tratados injustamente, nuestra inclinación natural puede ser buscar y encontrar venganza –desquitarse. Pero Jesús demanda más de nosotros.
En su Sermón del Monte, Jesús da una idea general de la forma en que él quiere que vivamos, especialmente en relación con aquellos que nos agravian.
Jesús enseña que no es realmente suficiente hacer el bien a aquellos que son buenos con ustedes. Su regla es superior.
En vez de exigir venganza de toda la gente que le hizo daño, él murió por esas mismas personas, porque las amaba.
Él quiere que nosotros sigamos su ejemplo. A veces resulta difícil, pero podemos amar a otros como Jesús nos ama.